Desde siempre, Zorymar Oviedo supo que su camino estaba ligado a la belleza. No la que se impone, sino la que nace de adentro y se realza con delicadeza. Creció en Miramar, observando cómo pequeños detalles podían transformar una mirada, un rostro, y, lo más importante, la confianza de una persona.

Su fascinación la llevó a sumergirse en el mundo de la estética. Se especializó en pestañas, cejas, microblading y faciales, no solo para dominar las técnicas, sino para entender la ciencia detrás de cada trazo y el arte de cada diseño. Cada curso, cada certificación, era un paso más hacia su sueño: crear un espacio donde cada mujer pudiera redescubrir su propia belleza natural.

Con los años, su visión se materializó. Abrió su propio spa en Miramar, un lugar que no es solo un negocio, sino un santuario de cuidado personal. Para Zorymar, cada cliente no es una cita más en el calendario, sino una historia a la que puede aportar un capítulo de empoderamiento. Sus manos expertas y su dedicación no solo transforman cejas y pestañas, sino que también construyen autoestima.